Inicio » Botanica » La despensa verde

Sígueme en:

Categorías

La despensa verde

Las orquídeas son especialistas en muchas cosas, pueden imitar con sus flores a una avispa o emitir olores irresistibles para algunos insectos, pueden colgarse de los arboles o florecer por encima de los 4.000 metros sobre el nivel del mar, son el culmen de la especialización evolutiva de la botánica. Pero sobre todo, son especialistas en la supervivencia.

La mayoría de los géneros de orquídeas han desarrollado diferentes métodos para sobrevivir en periodos en las que las condiciones les son adversas, por frío, sequía, etc. En este artículo os voy a hablar de la adaptación que a mi personalmente me fascina mas de estás plantas, una adaptación de la que es difícil encontrar ejemplos comparables en otras familias botánicas. Su despensa verde, los pseudobulbos.

Pseudobulbos de Bifrenaria tyrianthina
Fuente: Wikimedia. Pseudobulbos de Bifrenaria tyrianthina

Estos pseudobulbos, o falsos bulbos, no se dan en todos los géneros de orquídeas, sin embargo, suelen ser comunes en los géneros tropicales o subtropicales, tanto en epifitas como en terrestres y en la mayoría son visibles y realizan la fotosíntesis igual que las hojas. El desarrollo de estos psudobulbos es simpodial, es decir, cada temporada, crece lateralmente al menos un nuevo brote, que engordará generando un nuevo pseudobulbo, usando las reservas del anterior para la «nueva planta» y su floración.

Están constituidos principalmente por una estructura de fibras especializadas en el almacenamiento de grandes cantidades de agua y ciertos nutrientes trasformados, estas fibras, están envueltas por una epidermis sin estomas cargada de células con función fotosintética, de forma que participan también, junto a las hojas y/o raíces (exclusivo en epifitas), en la generación de energía química para el crecimiento de la planta.

Pseudobulbos de Bulbophyllum nutans.
Fuente: Wikimedia. Pseudobulbos de Bulbophyllum nutans.

Pueden ser anuales o durar muchos años dependiendo de la especie, en los que aparece una sola hoja o aparecen varías abriéndose en los laterales, formando un abanico. Hay especies que son caducas, como algunas Dendrobium y dejan al falso bulbo sin hojas durante un periodo de latencia, generalmente durante la época seca, en el momento que vuelven las lluvias se reactivan, volviendo a brotar hojas del pseudobulbo viejo, incluso flores y brotando otros nuevos. En otros casos, el pseudobulbo anterior no volverá a desarrollar hojas y solo servirá para proveer a los nuevos de nutrientes, encogiéndose y arrugándose poco a poco hasta quedarse en una piel seca.

Dendrobium anosmum
Fuente: Wikimedia. Típicos en forma de caña de los Dendrobium.

Hay una enorme variedad de formas de pseudobulbos en las orquídeas, los hay casi esféricos con el tamaño de una perla, dando lugar a conglomerados repletos de bolitas verdes, hasta llegar al tamaño de una perfecta pelota de tenis, alargados en forma de lanza, con forma ovoide, finos como tallos, completamente planos o con aspecto de largas cañas de hasta 5 metros de largo. Éstos últimos pertenecen a la orquidea mas grande del planeta, la Grammatophyllum speciosum. Algunos son huecos, cuya única función es ofrecerle anidamiento a voraces hormigas que mantendrán a raya a cualquier osado que intente acercarse a la planta, obteniendo protección contra plagas.

En Europa, nuestras orquídeas terrestres, en alguno de sus géneros también poseen pseudobulbos, mas parecidos a tubérculos, que no realizan fotosíntesis, enterrados varios centímetros bajo tierra para soportar la sequedad y las temperaturas mucho mas extremas de nuestros veranos. La planta desaparece por completo durante los meses del estío y los tubérculos quedan latentes hasta las lluvias del otoño, cuando un nuevo tubérculo generará nuevas hojas y engordará con vistas a la floración de primavera y tener reservas suficientes para el increíble gasto que supone la generación de varios miles de semillas.

Es increíble como esta familia de plantas ha evolucionado en las mas diversas formas de supervivencia, adaptándose durante millones de años a las distintas condiciones de los lugares que han ido colonizando. No hay ejemplo mas claro de la evolución de las especies.

 

Alberto Martínez.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dieciseis − 6 =