Las orquídeas son conocidas en todo el mundo principalmente por la belleza, diversidad y complejidad de sus flores. Durante siglos, cultivadores de todo el mundo las han mimado en sus colecciones; aguerridos samuráis del siglo XV que cultivaban la delicada Neofinetia falcata, nobles de la época victoriana que fanfarroneaban de sus exóticas floraciones ganando posición entre las clases poderosas, o viveristas que se hacen ricos con el negocio de la horticultura orquideófila. Pero en otras ocasiones las orquídeas han sido y son, buscadas y cotizadas no por sus flores o su rareza, sino por otros motivos.
Descubre cómo en casi todos los continentes de la tierra, algunas orquídeas han sido utilizadas en la alimentación humana de alguna u otra forma. Bebidas a base de orquídeas reservadas solo a unos pocos autorizados por los dioses, partes de las plantas que son consumidas para aumentar la potencia sexual masculina o por la sencilla razón de sobrevivir en épocas de escasez.
Jumellea fragrans es una orquídea epifita originaria de las Islas Reunión. Las hojas de esta planta son ricas en cumarinas, un compuesto al que se unen otros metabolitos secundarios de las plantas y, que en medicina tiene usos como anti-coagulante. De hecho, las cumarinas son utilizadas en la elaboración de venenos para roedores que al ser consumidos por éstos, les provocan hemorragias internas y la muerte.
En el ser humano se necesitan cantidades mucho mayores de cumarinas para que provoquen efectos adversos, un ejemplo es la canela que consumimos asiduamente sin efectos nocivos y contiene aún mas cumarinas que esta orquídea.
Gracias a estas moléculas, las hojas secas Jumellea fragans son utilizadas por ejemplo como aromatizante en el conocido Ron de las Islas Reunión o para darle un sabor especial a helados y otras cremas. Pero lo que verdaderamente hizo famosa a esta orquídea fue otro uso alimentario.
A mediados del siglo XIX, el té (Camellia sinensis) que llegaba por toneladas desde Asia estaba completamente popularizado, su precio era asumible para cualquiera y sus efectos para eliminar la sensación de sueño eran bien conocidos y valorados. Sin embargo, estos efectos de vigilia no estaban tan bien vistos en la Francia de esa época. La orquídea llegó a París pero no con el fin de adornar las casas de nobles y aristócratas, sino con la misión de sustituir el por entonces impopular té chino. El consumidor francés de la época reclamaba algún tipo de bebida exótica, fresca y que no afectara al sueño.
Las hojas secas de J. fragans se vendían con el nombre de ‘Té Faham’. Un escritor francés afirmaba que, además de ser una bebida con un sabor extraordinario, el agradable aroma que emanaba la propia tetera al hervir servía para refrescar toda la casa donde se cocía.
Un distribuidor de estas hojas secas las vendía asegurando que servía para camuflar el aliento a alcohol; «después de estar borracho deja una fragancia duradera en la boca, y en una habitación cerrada la fragancia de la misma se puede reconocer mucho después». Sin embargo, su popularidad pronto cayó debido a la escasez de hojas y la desmesurada subida del precio de las mismas. La continua retirada de hojas a las orquídeas vivas les provocaba gran estrés y en muchas ocasiones terminaban muriendo. Por aquel entonces no se conocía nada acerca de la propagación de las orquídeas, motivo por el cual su cultivo para la explotación de sus hojas era absolutamente imposible.
Hoy en día se sigue vendiendo el té Faham, se puede adquirir relativamente fácil on-line y hay algunas investigaciones interesantes acerca de su cultivo rentable para la explotación de sus hojas.
Otra orquídea cuyas hojas son utilizadas como aromatizante, es Dendrobium salaccense. En Indonesia, sus hojas se usan durante el consumo de algunos licores y algunas mujeres usan sus extractos para fijar una agradable fragancia en el pelo. No obstante, el uso más común se da en Sumatra, sus hojas frescas se introducen entre el arroz que luego es cocinado envuelto en hojas de plataneras; de esta forma, el aroma de la orquídea queda impregnado en el arroz dándole un toque muy especial.
En la mitología religiosa hinduista, Lákshmana el hermano menor de Rama fue herido de muerte durante la batalla para rescatar a Sita, mujer del dios Rama, que había sido secuestrada por el demonio Indrayit. Pero el médico del ejército le dijo al dolido Rama que la hierba maravilla Sanjeevani podría traer de vuelta a la vida a Lákshmana.
El vanara Jánuman fue aprisa a buscar la hierba, pero al no ser capaz de encontrarla él solo, usando su enorme fuerza trajo una montaña entera al lugar de la muerte de Lákshmana y entre todos lograron encontrar la hierba Sanjeevani y resucitar al hermano de Rama.
Flickingeria fimbriata (Dendrobium plicatile), que tiene más de tres docenas de nombres indios, a los que se deben sumar 32 más en sánscrito, se envía por camión a diferentes destinos. Este comercio masivo se debe a que la Ayurveda ̣—»medicina» tradicional india— la considera un afrodisíaco. Esta orquídea es una de las dos plantas preseleccionadas como posibles candidatas para el papel de Sanjeevani, la hierba mágica india mencionada en el Ramayana —epopeya en la que aparece la historia de Lákshmana— que es capaz de revivir a los moribundos.
Aunque las orquídeas se consumen por diferentes motivos en el mundo, probablemente, es en las propiedades supuestamente afrodisíacas donde reinan las orquídeas en cuanto a elaboración de alimentos o bebidas. En el siguiente artículo continuaremos aprendiendo cómo han sido y son utilizadas en la alimentación humana, generando incluso enormes industrias en su comercialización.
Si te gustó el articulo y amas a estas plantas, puedes invitarme a un café y ayudarme a continuar con la tarea de recuperación y conservación de orquídeas silvestres.
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