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Orquídeas extremistas

Esta vez le dedico el post a unos pocos ejemplos de orquideas de las que llama la atención su ciclo de vida, bastante alejado de la gran mayoría de especies de la enorme familia Orchidaceae. Lo mas común y conocido, son las orquídeas con raíces para la absorción de nutrientes, terrestres o epífitas, con sus tallos y hojas, que realizan la función fotosintética normal. Esta vez, veremos que no todo el monte es orégano.

Dendrophylax lindenii. Foto: orchidspecies.com
Dendrophylax lindenii. Foto: orchidspecies.com

El primer ejemplo, es Dendrophylax lindenii = Polyrrhiza lindenii, para los amigos, «orquídea fantasma», una planta epifita, que vive aferrada mediante un gran número de raíces a árboles, en zonas pantanosas o bosques húmedos de Florida y Cuba y que carece por completo de tallos y hojas. El sistema radicular es el encargado de realizar las funciones de absorción y al mismo tiempo la función fotosintética, el velamen translúcido, se encarga de absorber nutrientes y dejar pasar la luz a las células internas que realizan la fotosíntesis. Su aspecto es un simple amasijo de raíces gris-verdosas pegadas a un tronco, pero cuando llega el verano, el espectáculo esta asegurado, brotan directamente de las raíces hasta diez aromáticas flores con mágica belleza, haciendo justicia a su extraña forma de vida. Pero aquí no acaba su carácter especial, sus flores tienen un espolón larguísimo,  de forma que el néctar queda tan profundo, que solo una especie de polilla tiene el probóscide tan largo para llegar, que se sepa Xanthopan morgani praedicta, aunque parece que no comparte distribución, es la que tiene esa característica, siendo al parecer, su principal polinizador.

Rhizanthella gardneri. Foto: www.orchidspecies.com
Rhizanthella gardneri. Foto: orchidspecies.com

Las siguientes en la carrera de orquídeas extremistas son, las tres especies del género Rhizanthella (R. gardneri , R. slateri , R. omissa ), que se sepa de momento, especies endémicas del Oeste del continente Australiano. Se las conoce por «Orquídeas subterráneas», ya que todas sus funciones se dan completamente bajo tierra, incluida la floración. Estas plantas carecen de tallo, hojas y clorofila, su alimentación es heterótrofa, parásita, concretamente le roba los nutrientes a un hongo, Thanatephorus gardneri, que vive micorrizando las raíces del arbusto Melaleuca uncinata. Estas orquídeas han perdido todo lo que no es esencial para su vida parásita, incluido un alto porcentaje de los genes en el cloroplasto, siendo la planta con el genoma más pequeño de todos los genomas de cloroplastos que se conocen.

Florece entre Mayo y Junio, sus decenas de diminutas flores reunidas en una cabeza floral o involucro, aunque prácticamente enterradas, emiten un dulce olor, que, por un lado, debe atraer a algún polinizador concreto y en el caso de ser fecundadas, se cree que el olor de las vainas atraen a ciertos marsupiales que las desentierran, dando lugar a la hipótesis de que son los encargados de esparcir sus semillas. Lo que si se sabe a ciencia cierta, es que su principal forma de reproducción es por propagación vegetativa. Con esto, se puede entender que su estado de conservación actual, este cercano a la extinción, aunque los datos no son concluyentes, por la dificultad para localizarlas.

Aquí, en la península ibérica, también tenemos algunos ejemplos de orquídeas extremistas, aunque en menor grado.

Limodorum abortivum. Foto: orchidspecies.com
Limodorum abortivum. Foto: orchidspecies.com

Dedicaremos futuras entradas, al genero de heterótrofas, con dependencia micorrízica total, Limodorum, con dos representantes españolas L. abortivum (L.) Sw. y L. trabutianum Batt. a las que dedicaré una entrada completa. Y nuestra escasa y rara «orquidea subterránea», Epipogium aphyllum Sw. de la que se conocen escasas poblaciones en la península cercanas al Pirineo. Posiblemente no se conozcan más poblaciones ibéricas, debido a su hábitos subterráneos y su pequeña floración incierta, pueden pasar mas de 15 años entre floraciones si no se dan las condiciones adecuadas.

Alberto Martínez.


6 comentarios

  1. Interesante pero demasiado nivel técnico-botánico para mi. jeje…. Se entiende pero me ha hecho ir a la wikipedia demasiadas veces.

    Creo que me voy a buscar una orquídea fantasma este fin de semana en el congreso en Valencia. Lo malo va a ser conseguir polinizarla con ese ovario tan profundo.

  2. Interesante pero demasiado nivel técnico-botánico para mi. jeje…. Se entiende pero me ha hecho ir a la wikipedia demasiadas veces.

    Creo que me voy a buscar una orquídea fantasma este fin de semana en el congreso en Valencia. Lo malo va a ser conseguir polinizarla con ese ovario tan profundo.

  3. jejeje es posible, de hecho hay una cosa que no has pillado bien, el espolón donde se ubica el néctar, no coincide con la posición del ovario de la flor, pero aunque coincidiera no influye en la polinización, ya que donde quedarían adheridos los polinios, es en la superficie estigmática de la flor, no en el ovario. Lo que si es cierto, es que la mariposa, al esforzarse por llegar al final del espolón para alcanzar el dulce néctar, se aprieta, una vez se les enganchan los polinios en la cabeza, en la siguiente flor, haciendo lo mismo, se quedan pegados en el estigma.

  4. jejeje es posible, de hecho hay una cosa que no has pillado bien, el espolón donde se ubica el néctar, no coincide con la posición del ovario de la flor, pero aunque coincidiera no influye en la polinización, ya que donde quedarían adheridos los polinios, es en la superficie estigmática de la flor, no en el ovario. Lo que si es cierto, es que la mariposa, al esforzarse por llegar al final del espolón para alcanzar el dulce néctar, se aprieta, una vez se les enganchan los polinios en la cabeza, en la siguiente flor, haciendo lo mismo, se quedan pegados en el estigma.

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