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Me encantan las hormigas

Creo que uno de los temas mas apasionantes de estudio dentro la biología es la relación que establecen las plantas con el mundo animal. Como no podía ser de otra manera, muchas plantas se han hecho amigas de las hormigas y les encantan.

Myrmecophila tibicinis
Myrmecophila tibicinis cultivada. Foto: Alberto Martínez

Respecto a la relación de las plantas con las hormigas, existen muchos ejemplos (unos 100 géneros). La mayoría de ellos de plantas epifitas, algunas Tillandsias y Neoregelias, las famosas Myrmecodias, cuyos tubérculos aéreos tienen en su interior un verdadero entramado laberíntico de cavidades perfecto para las hormigas, pero también existen grandes árboles que establecen relación con las hormigas. Algunas especies de Acacias, que no contentas con tener sus espinas bien afiladas, las tienen llenas de cavidades para que aniden dentro de cada espina y cada una de ellas tiene un nectario para proporcionarles alimento, las hormigas a cambio las protegen ferozmente contra vertebrados e invertebrados fitófagos, sin olvidar entre estos ejemplos el género de árboles tropicales Macaranga, del que dependen totalmente algunas especies de hormigas Crematogaster, que sin el soporte de este árbol, no son capaces de realizar sus nidos y hacer prosperar la colonia. Pero como en muchos casos de adaptaciones del mundo vegetal, en esto de hacerse amigas de las hormigas, la familia de las orquídeas son las campeonas, no ya por número de géneros dentro de la familia Orchidaceae, si no por la diversidad de relaciones que establecen.

Hay que distinguir dos conceptos fundamentales antes de entrar en materia. Orquídeas mirmecófitas y mirmecófilas. Las plantas mirmecófitas son aquellas que han desarrollado órganos especializados para dar expreso cobijo a las hormigas, con el fin de que éstas establezcan sus nidos en la propia planta, ya sea en el exterior o en el interior. Las plantas mirmecofilas, no tienen órganos especializados para que las hormigas hagan sus nidos, pero en algunos casos las alimentan mediante nectarios extraflorales y en otros, sus semillas sólo son capaces de germinar y crecer encima de los nidos de determinadas especies de hormigas.

Orquídeas mirmecofitas

Especies del género Corianthes crecen extraordinariamente sobre nidos de hormigas, sus raíces están adaptadas para crecer hacia arriba creando un entramado en forma de red donde las hormigas van aumentando su nido y acumulando restos orgánicos que alimentan a la planta, a su vez, la planta también les proporciona néctar. Corianthes speciosa puede distinguirse desde lejos en los troncos de arboles y palmeras por las enormes bolas casi colgantes sobre las que crecen, esas bolas no son mas que la acumulación de materia orgánica de la colonia de hormigas en las raíces de la planta.

Pseudobulbo de Myrmecophila tibicinis semiabierto

Pero, dentro de este grupo, hay quien apuesta aún mas fuerte y es que han creado en el interior de la propia planta, espacios para que las hormigas realicen sus nidos. Por citar algunos géneros Dendrobium, Caularthron, Schomburgkia y sus hermanas Myrmecophila. Algunas orquídeas del género Dendrobium tienen sus pseudobulbos en forma de cañas completamente huecas y dejan a las hormigas realizar una apertura en su base para acceder al interior, las hormigas utilizan este hueco para ubicar a sus larvas, por tanto, puede imaginarse la defensa enérgica que realizarán de su guardería. Las orquídeas del genero Myrmecophila (y es que el nombre no es al azar) constituyen los nidos completos de las hormigas en su interior, los rechonchos y numerosos pseudobulbos de la planta están completamente huecos y tienen una textura aterciopelada. En su interior las hormigas realizan todas las actividades de la colonia. Depositan materia orgánica, reservas de alimentos, los propios desechos de las hormigas y las propias hormigas muertas, sirven de nutrientes asegurados para la planta que desarrolla raíces interiores para su absorción. La adaptación de Myrmecophila va un paso mas de todo esto, se ha observado una gran concentración de estomas en el interior de estos pseudobulbos, esto hace pensar que también se aprovechan de la concentración de CO2 que generan las propias hormigas con su actividad. Alucinante!

Orquídeas mirmecofilas

Dentro de las mirmecofilas hay una enorme lista de especies de orquídeas que alimentan a las hormigas, que aunque no son dependientes de la presencia de hormigas, presentan nectarios extrafoliares. Normalmente estos nectarios se concentran en los nuevos brotes y ápices florales, de forma que si existen hormigas, de inmediato éstas zonas que normalmente son las preferidas por los fitófagos serán ocupadas por hormigas libando el néctar sin dañarlas, zonas que defenderán de cualquier intruso. Cuando veáis unas gotitas trasparentes en los nuevos brotes o en los botones florales de vuestras orquídeas normalmente será debido a esta adaptación, no los limpies y dejad que las hormigas los disfruten. Algunos ejemplos de una gran lista, son propensos los géneros Anacheilium, Dendrobium o Aerides.

Un segundo grupo de orquídeas mirmecofilas son las dependientes o parcialmente dependientes de las hormigas, en este caso la orquídea no alimenta a las hormigas para que la defiendan, sino que depende de las mismas para germinar, ser alimentada y crecer. En algunas especies, sus semillas, solo son capaces de germinar si caen en un nido de hormigas, los hongos de los que dependen para su germinación al parecer crecen mejor en presencia de ácido fórmico (Dorothy M. Lösel) y además se ha afirmado en algunos estudios que es un estimulador de la germinación. Es probable que las semillas de estas orquídeas, sean dependientes de la presencia de ácido formico (Hijner and Arditti – 1973). En orquídeas, hay escasas especies que practiquen una tercera forma de mirmecofilia, la mirmecocoria, esto es, la dispersión de las semillas utilizando a la hormigas como transportadoras, el escaso número es debido al minúsculo tamaño que tienen las semillas de orquídea y por carecer de eleosomas, cuerpos grasos que llevan adheridas las semillas, que sirven de alimento a las hormigas, lo que les induce a transportarlas. Entre los raros casos que se benefician de este mutualismo para la dispersión es Dendrobium insigne, cuyas semillas son algo mas grandes, tienden a permanecer pegadas entre sí y además únicamente germinan en los caminos activos de las hormigas del género Iridomyrex.

Un dato interesante es que hormigas que no han visto una orquídea mirmecófita o mirmecófila en miles de años de evolución se sienten atraídas por éstas y terminan estableciendo algún tipo de relación. Orquídeas que han venido de los trópicos de otros continentes a colecciones privadas, rápidamente han sido colonizadas por hormigas Europeas y se ha visto el mismo comportamiento a la inversa con hormigas Europeas que han arribado a costas de otros continentes.

Es posible que en tan amplia diversidad de especies de orquídeas se me escape alguna relación de mutualismo con las hormigas y posiblemente, si no ahora, en el futuro, encontraremos mas relaciones igual de sorprendentes de estas maravillosas plantas con el mundo animal.

No quiero terminar este articulo sin dar un consejo a los cultivadores de orquídeas, las hormigas no son enemigas de nuestras orquídeas, todo lo contrario, no obstante, si que es recomendables que las vigiléis, pues también tienen relación simbiótica con pulgones a los que realmente pastorean y mueven de un lugar a otro, pudiendo ser dispersados por toda la colección.

Bibliografía y referencias.

  • Dorothy M. Lösel – The Stimulation of Spore Germination in Agaricus bisporus by Organic Acids
  • David H. Benzing, Mark A. Clements – Dispersal of the Orchid Dendrobium insigne by the Ant Iridomyrmex cordatus in Papua New Guinea
  • Jorge Mora – El síndrome de mirmecofilia en algunas especies de orquídeas nacionales
  • Free access, free content internet encyclopedia. 2015. Wikipedia

 

Alberto Martínez.


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