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La polinización de las orquídeas I. De productos y servicios.

Uno de los aspectos más apasionantes y complejos de las orquídeas son sus métodos para conseguir que el polen de sus flores llegue a otras orquídeas, fecundarlas y poder generar sus preciadas semillas que asegurarán la continuidad de la especie. Esto es la polinización cruzada o alogamia, una estrategia reproductiva en la que la familia de las orquídeas han ideado los métodos mas elaborados y diversos de todas las familias de plantas del planeta. Estas plantas no se han conformado con dejar que el polen volara arrastrado por el viento, que por azar cayera en otra flor de la misma especie. En su polinización usan a todo tipo de animales, desde varias familias de insectos, aves hasta varios mamíferos a los que a veces recompensan, pero que en la mayoría de los casos los engañan con maravillosas argucias.

En éste primer articulo recorro brevemente todos los métodos conocidos hasta ahora en los que el encargado de la polinización recibe una recompensa, estrategias que la evolución de las orquídeas ha alcanzado a lo largo de varios millones de años de pruebas, errores, extinciones y éxitos.

Esfingido y su trompa.
Proboscide de esfingido. Foto: Jan Garris

La táctica que más se repite en la naturaleza de las flores es la atracción mediante recompensas reales, la planta emplea energía para producir en sus flores distintos recursos que pueden ser de utilidad para el animal que a la orquídea le interesa atraer. Es vital que el visitante tenga el tamaño y la forma adecuada para que durante la acción de recoger su recompensa el polinizador se lleve adherido al cuerpo los paquetes polínicos, pero además, cuando llegue a la próxima flor éste encaje a la perfección para que el polen coincida con la cavidad estigmática -gineceo o zona femenina de la flor-. En muchos casos se suma que la floración debe coincidir justo con la época de mayor abundancia de sus polinizadores específicos para asegurar el máximo éxito reproductivo.

Sin duda la recompensa mas apreciada en la naturaleza es el alimento, indispensable para la supervivencia, algunas plantas ofrecen dulce néctar rico en azucares y otras además, parte de su polen rico en hidratos y proteínas, una completo cóctel para cualquier comensal, sin embargo las orquídeas -salvo contados casos- jamás ofrecen su polen como alimento, es para ellas su recurso mas preciado, significa la continuidad de la especie. La recompensa alimenticia común en las orquidáceas es por tanto, únicamente el néctar.

Las orquídeas productoras de néctar son las que mayor variedad presentan en su comunidad de polinizadores, por ejemplo algunas flores mantienen su néctar bien alejado del alcance mediante un apéndice tubular llamado espolón, al final de este tubo se encuentra la dulce gotita de forma que, sólo podrán llegar al premio animales que gocen de una larga lengua, por ejemplo las mariposas con su probóscide plegable, algunas con órganos succionadores tan exagerados como la nocturna Xanthopan morganii praedicta de la que merece leer su bonita historia relacionada con Darwin y la orquídea Angraecum sesquipedale. También se encuentran en esta lista aves nectarívoras como los colibrís que disponen de una lengua muy desarrollada y pueden mantener su vuelo estático frente a la flor. Acerca de la ornitofilia en orquídeas, es decir la polinización por parte de aves, puedes leer tres preciosos artículos en los números, IIIIV y V de la revista Orchidarium, relatos en los que no solo se habla de colibrís sino de otras aves que se alimentan de néctar. Aún no se conocen orquídeas polinizadas por murciélagos, pero no podemos descartarlo.

Las flores están perfectamente adaptadas para facilitar a su polinizador favorito la tarea de llegar al néctar y asegurarse el envío del polen, estos cambios evolutivos en las formas florales se conocen como síndrome floral.

Colibrí y su lengua.
Lengua de un colibrí. Fuente: http://animalia-life.club

Con un poco de observación de estas características se obtienen pistas de quien puede ser el polinizador; ya he mencionado la presencia del espolón en la flor que nos asegura que su polinizador debe tener lengua o trompa, pero como saber si son mariposas o colibrís. Las orquídeas cuyos polinizadores son insectos tendrán máculas o manchas indicadoras del néctar que el insecto a través de sus ojos, verá como una verdadera pista iluminada hacia el alimento, pero si la flor tiene espolón y es completamente blanca, probablemente su mariposa polinizadora sea nocturna, lo que tiene una sencilla explicación, para que gastar energía en generar pigmentos que no se verán en la oscuridad. Para los colibrís, las flores serán normalmente rojas, anaranjadas o moradas, colores que resaltan entre la maraña verde del bosque, además de un labelo reducido o retraído para no molestar al pajarillo en su vuelo frente a la flor.

Este dulce alimento a veces va marinado con narcóticos. Son conocidos algunos ejemplos; varias especies del género Epipactis, estas plantas generan oxicodona un opiaceo, de esta forma el insecto queda aturdido algunos minutos por lo que se ve obligado a permanecer en la inflorescencia mas tiempo de manera que las posibilidades de llevarse adheridos varios paquetes polínicos aumenta enormemente. ¡Alimento drogado, increíble!.

En general, para la mayoría de los seres vivos una vez saciada la necesidad nutricia, su siguiente prioridad es indudablemente la reproducción, es más, algunos animales mueren de hambre en su época de celo debido a que su única prioridad es la cópula a cualquier precio. Las orquídeas también han sabido aprovecharse de esta realidad.

Angraecum sesquipedale y su espolón
Espolón floral de la orquídea Angraecum sesquipedale

Varios géneros de la tribu de las Stanhopeinae, como Stanhopea o Coryanthes ofrecen a sus polinizadores, normalmente machos de abejas euglosidas, resinas aromáticas que estos himenópteros utilizan para seducir el olfato de las hembras, si la abeja macho no consigue la fragancia adecuada jamás conseguirá una hembra que quiera copular con él. Esta es la razón por la que las flores de estas orquídeas son las mas fragantes de toda la familia. Algunas Stanhopea pueden olerse a cientos de metros de su ubicación. La flor de la orquídea genera gotitas de estos aromas que la abeja macho recoge con sus patas delanteras que han adquirido evolutivamente forma de cepillo para poder extenderlo por su cuerpo, el insecto se ve forzado para llegar a la resina momento en que rozará la antera de la flor llevándose el polen pegado a su cuerpo. En el caso del genero Coryanthes el proceso es aún más complejo, estas flores tienen una bolsa trampa donde se almacena el líquido con las esencias, el pobre macho de abeja caerá irremediablemente dentro de la bolsa de la cual sólo hay una vía de escape, un estrecho túnel por el que tendrá que salir arrastrándose donde se encuentra el polen, pero la complejidad no acaba aquí, la flor tiene un mecanismo que mantiene atrapado varios minutos en este túnel al insecto, justo el tiempo necesario para que la resina en la que va empapado seque y no pueda deshacerse de la preciada carga, el polen. Cada especie de estos géneros de orquídea tiene aromas únicos y por tanto también su abeja especifica, las hembras de cada especie solo se verán atraídas por un olor único. Este hecho nos debe hacer reflexionar acerca del delicado equilibrio que mantiene la biodiversidad, si desparece una especie de abeja euglosida probablemente con ella desaparezca una especie de orquídea.

En este maravilloso fragmento de vídeo puedes disfrutar de la belleza del proceso completo de la polinización de una orquídea del género Coryanthes por el macho de una abeja euglosida.

Una vez satisfecha la cópula llegará el momento de poner los huevos, y claro, como no iba a existir alguna orquídea que aprovechara este momento de algún animal para lograr su polinización. Ceras aromáticas generadas en las flores de unas pocas especies de orquídeas son utilizadas por otros insectos para construir sus nidos o recubrir sus puestas para protegerlas.

Generar néctar, ceras o resinas aromáticas es costoso para la planta desde el punto de vista energético, cómo hacer entonces para ofrecer una recompensa sin esta inversión. El beneficio para el polinizador no tiene porque ser en forma de productos, sino que puede venir dado por servicios.

Refugio en Serapias lingua
Serapias lingua, un refugio para insectos. Foto: Alberto Martínez

El animal puede usar la flor como refugio durante un episodio de lluvia o para protegerse del frío de la noche. Hay varias especies de orquídeas que ofrecen este servicio de hostelería, han modificado sus flores replegando hacia delante pétalos, sépalos o ambos, formando una capucha cerrada que incluso puede asemejarse en forma y color a los nidos que construyen los insectos para refugiarse. Este es el caso del género Serapias, imita los agujeros que construyen algunas abejas terrestres. Cuando se visita una población de Serapias al amanecer, en el momento en el que los rayos del sol aún no han empezado a calentar, se pueden encontrar en el interior de casi todas las flores un insecto adormilado, generalmente Himenópteros que han pasado la noche en este abrigo. Con una espera paciente, cuando el calor empieza a ser patente, las abejas comienzan a salir de las flores, instante en el que se puede observar como prácticamente todos abandonan su refugio con los polinios adheridos al abdomen. Cuando busquen refugio de nuevo en otra flor se habrá producido la polinización cruzada.

Pero las orquídeas no siempre son tan benevolentes con sus polinizadores, de hecho la mayoría de ellas no ofrecen recompensas reales, como ya has leído antes, ofrecer una recompensa supone un gasto energético para la planta y ofrecer el servicio de hotel no es de los métodos mas eficientes.

¿Cómo atraer polinizadores sin ofrecer nada a cambio? En el siguiente articulo, la segunda parte de la polinización de las orquídeas te contaré algunos de sus secretos.

Si te gustó el articulo y amas a estas plantas, puedes invitarme a un café y ayudarme a continuar con la tarea de recuperación y conservación de orquídeas silvestres.


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